Ya todas conocemos las ventajas de limitar o retirar de nuestra dieta habitual, el consumo de carne roja, y sobretodo si deseamos ponernos a dieta, el rebajar la cantidad de carne roja puede ayudarnos a una pérdida de peso más acelerada. Lo más importante es rebajar poco a poco el consumo de carne, y sustituirla por carnes blancas como el pavo, el pescado, el pollo. Y a partir de ahí luego que el cuerpo se acostumbre se puede optar por sustituir las carnes por alimentos como el huevo, leche y queso.
Nunca se debe pensar que cambiar la carne por pastas es lo mejor, sobretodo porque la gente tiende a abusar entonces de las pastas o harinas, o pensar que la carne se puede sustituir con dulces o postres. Las pastas deben ser integrales, cocinadas con poco aceite y aderezadas con especias. También debe aumentarse el consumo de productos como frijoles, chícharros, garbanzos, champiñones, algas, verduras, legumbres, frutas frescas y vegetales.
A partir de ahí es más fácil sobrellevar la ausencia de carne roja, te sentirás más ligera, el humor mejorará luego de acostumbrarse y la piel lucirá más hermosa.
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